jueves, 6 de diciembre de 2012

Agitando las alas más allá del Caso Bombas...palabras de la compañera G.Kurilem

 


Agitando las alas más allá del Caso Bombas.
Una misiva de persistencia y un llamado a continuar el combate.
Mas de dos años han pasado desde que se inició la cacería sobre un grupo específico de personas, buscando golpear y amedrentar a un entorno multiforme de compañerxs antiautoritarixs y anárquicxs.
La operación, encabezada por un fiscalillo adicto a las luces del espectáculo, logró en su día peak la detención de 14 personas de diferentes corrientes y círculos, con allanamientos televisados de por medio.
Se iniciaba entonces la judicialización de un caso que llevaba años de investigación a cuestas, sin lograr aportar antecedentes sobre las colocaciones de artefactos explosivos y con la interrogante abierta sobre sus autorxs.
Evidentemente el nuevo escenario judicial estuvo plagado de arrogancia, frases rimbombantes, organigramas, supuestos puestos de Poder y centenares de volúmenes investigativos que pretendían sepultar a lxs compañerxs bajo el peso asfixiante de las condenas.
Pero no todo salió como estaba previsto. La arrogancia policial no logró cerrar el círculo sobre todxs esa madrugada del 14 de agosto de 2010. A mi no me agarraron, ni en los días previos a la formalización, ni en las semanas que siguieron, ni en los meses y los años que lleva ya este proceso decadente, plagado de mentiras e infámias.
Paradójicamente se demuestra de ese modo que el Poder nunca es todo lo poderoso y omnipresente que se auto-proclama. Siempre quedan rendijas por donde atravesar el escenario ya dispuesto, tenemos que encontrarlas, crearlas, pero nuestro esfuerzo tiene que apuntar en ese sentido.
Así inicié el camino de las sombras, de la noche a la mañana, de un momento a otro. Me habían robado la vida, en términos humanos y materiales. Ilegalizaron mis vínculos y criminalizaron mis lazos políticos y afectivos.
Se me asignó un rol dentro de la organización ilícita terrorista, creada en las oficinas de la Fiscalía Sur. Inventaron un guión decadente y delirante, como película de espionaje de bajo presupuesto. Buscaban reverdecer laureles y terminaron con la corona podrida en la cabeza.
El Juicio por el Caso Bombas y sus consecuencias, me enfrentaba a dos caminos, entregarme a la prisión o huir.
Para mi entregarme era precisamente eso en toda su magnitud: entregarme a los designios del Poder, a sus mentiras, ritmos y tiempos, asumir ser parte de ese tablero de infamias y roles. Esa es una evaluación personal, no condeno a quiénes en otras circunstancias evalúan aparecer en medio de un juicio, quizá porque comprendo, más allá de cualquier consigna, que huir tiene un costo altísimo y miles de detalles que permanecen invisibles para los ojos del resto. En definitiva, no es este acto el que determina nuestro compañerismo.
Entonces yo opté por huir y la balanza se inclinaba hacia esa opción porque no podía olvidarme que en ese mismo instante que yo hacia mis evaluaciones, tenía a un grupo de compañerxs durmiendo en celdas de aislamiento, que habían sido arrastradxs hacia allá de improviso, sin posibilidad de optar y mucho menos decidir.
Pero de igual forma el sendero de la huida seguía siendo una posibilidad impuesta. Continuaba de igual manera siendo el robo de mi vida, la coartación de mi libertad y la restricción de mis pasos. Lo dejé en claro en un escrito pasado, no había elegido la clandestinidad como forma de vida, de haber sido así no habría vivido donde viví, ni me habría relacionado con quienes me relacioné.
Entonces con el pasar de los meses se dejó ver la petición de las condenas, 13 años de cárcel para el cargo de financiamiento y cerca de 20 años para los cargos de colocación de artefactos explosivos. Ahí estaba la venganza de los poderosos y ahí también estaba, la frente en alto de mis compañerxs, fuertes y firmes en sus convicciones.
Con el correr de los meses, huelga de hambre de lxs prisionerxs de por medio, más movilizaciones dentro y fuera de las cárceles, el juicio comenzó a desmoronarse. Ante esto soy clara, no tengo absolutamente ninguna confianza en la justicia de los poderosos, el derrumbe del caso se debe más bien a la patética calidad de las mentiras y lo burdo del proceso, que a la buena voluntad de algún tribunal.
Finalmente y tras dos largos años el caso se cerró, la sentencia fue la absolución, todos los cargos fueron desestimados y todxs mis compañerxs están hace un tiempo en la calle. Entonces mi camino por este sendero llega hasta aquí.
Esto no es el final de mi decisión de luchar, es simplemente un cambio de escenario, para mi el horizonte permanece igual.
No me rendí, no me abandoné, no me derrotaron y entonces se anula el efecto que el golpe represivo buscaba conseguir. Sigo con mis convicciones intactas y le sumo a eso el sabor de la experiencia.
Afirmo mi posición contra el Estado desde la experiencia misma de haber recibido sus embestidas y seguir luchando. Asumí las consecuencias de las palabra dichas y aún tengo el coraje de decirlas, anulo así las consignas y las transformo en vida contra la dominación.
Esa es la dignidad, que sé que comparto con quienes sobreviven el encierro en las diferentes cárceles del mundo. En quienes puedo percibir que permanecen intactas no solo sus ansias de libertad, sino que también su ferviente deseo de la creación de un mundo sin autoridad.
Compañerxs que pese a las condiciones más adversas siguen reivindicando sus ideas, rompiendo la norma del silencio servil. Gritando aún a costa de más y más sanciones, luchando, en el campo mismo de la batalla y no desde la abstracción de la teoría o la frase poética, no desde la comodidad de la calma y el resguardo.
Y bueno aquí estoy, a horas de enfrentarme cara a cara con las personas que pusieron precio a mi cabeza, ilegalizaron mis relaciones y me cercaron el camino. Como termine todo esto es un misterio, será siempre un riesgo que levanten más y más inventos, pero por evitar aquello no me voy a pasar la vida huyendo.
Me robaron la vida y yo doy un paso más hacia recuperarla, lo hago a mis ritmos, mis tiempos y cuando yo lo decido, reafirmando el hecho de que no pudieron dar conmigo, no tuvieron la victoria de cazarme.
Y puede ahora que enfrente la prisión pero tengan claro que lo haré con la frente en alto, sin una pizca de dolor o miedo, con la mente puesta en desenvolverme a la altura de las circunstancias, como debe ser el mensaje para cada corazón que se plantee contra toda autoridad.
Bien vale recordar que allá en las sombras permanecen otras personas, cuyo olvido solo complace a los poderosos, pero tengan en claro que una persona que huye necesita mucho más que su nombre en el saludo, en el pensamiento mirando al cielo o el rayado en la pared. Es un proceso más complejo el acto de solidarizarse, principalmente cuando una persona que huye saca la voz, lo que necesita es que no haya más silencio y que se tenga la capacidad de confrontar las ideas e intercambiar posiciones.
Cada caso dependerá de si fue libremente elegido o una opción a partir de una imposición, como sea, mi saludo solidario se extiende hacia cada unx de ellxs, intentando incrementar su fuerza.
Estos años solo fortificaron en mi el deseo de la creación de un mundo sin autoridad, sin opresores y oprimidxs, sin privilegios ni relaciones de Poder.
Y comprendí que siempre habrá seres serviles, desleales, rastreros, cobardes e indignos, pero también existen personas solidarias, plagadas de voluntad, valientes, leales y sobre todo dignxs. Esa diferencia de caminos es una elección personal, una decisión que solo nos compete a nosotrxs, no acepto las excusas que algunxs levantan, atribuyéndole al Estado y a sus estrategias represivas la elección de cualquiera de los caminos.
La solidaridad para mi no es un acto de un momento específico, es un modo de enfrentar la vida, independiente de las jugadas y estrategias del Poder.
Lxs animo siempre a seguir luchando… siempre se puede, por más terrible que se vea la noche.
Mi saludo y fuerza a los compañeros en espera de juicio, tanto a los compañeros del Caso Security como a Hans y especialmente a Tortuga, que este mismo día sabrá si reabren su juicio o no.
Extiendo mi fuerza hacia lxs compañerxs prisionerxs en tierras cercanas, tanto en Argentina, México (a Mario "Tripa" y a Felicity, quien se encuentra en las sombras) y también Bolivia, cuyo caso exige nuestra solidaridad y reafirma nuestro digno sentir anárquico, fuerza compañero Henry.
Mi abrazo hacia lxs compañerxs dentro y fuera de las jaulas en Italia, Grecia, Indonesia, Rusia y Bielorrusia, España, Alemania y Suiza.
Seguimos de Pie.
Gaviota.

 

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