http://www.ivoox.com/conjuro-akelarre_md_1777646_1.mp3
Por el poder
que nos hemos autoconferido, invocamos "a todas nuestras hermanas brujas,
las primeras guerrilleras y luchadoras de la resistencia a través de todos los
tiempos" y reivindicamos la sabiduría femenina, la maldad femenina, la
fealdad, la rareza, la extravagancia, el bizarrismo, la hipertrofia y la
multiformidad. Reivindicamos a las mujeres barbudas, a las sucias, a las
abuelas con perfume del todo a 100, a las malolientes y hediondas, a la femme
fatal de paso firme, a la camionera de pelo en pecho. Reivindicamos los pelos
del sobaco y los coños depilados.
Reivindicamos nuestro derecho a quemarlo todo, a crearlo todo, a ser las mujeres que nos de la gana, a ser lo que nos de la gana, a inventarnos y reiventarnos una y otra vez. Reivindicamos nuestro derecho a no sentir miedo, a provocar miedo, a subvertir, transgredir, desordenar, desbaratar. Reivindicamos nuestro derecho a desobedecer. Reivindicamos nuestro derecho a equivocarnos, a garabatear nuestro deseo cómo y las veces que nos de la gana, a penetrarnos las orejas, a dildearnos el ombligo, a vender nuestros anos, a manipular nuestros cuerpos -cuerpos que son campos de batalla-, a masturbarnos hasta el infinito. Do it yourself! Reivindicamos el ser antipáticas, el ser amorosas, ser duras como las piedras o blandas como los mocos, firmes como una verga erecta, suaves y resbaladizas como la sangre menstrual.
Porque la brujería es rebelión, porque la brujería es poder, porque la brujería es nuestra historia.
¡Porque brujas somos todas!
Reivindicamos nuestro derecho a quemarlo todo, a crearlo todo, a ser las mujeres que nos de la gana, a ser lo que nos de la gana, a inventarnos y reiventarnos una y otra vez. Reivindicamos nuestro derecho a no sentir miedo, a provocar miedo, a subvertir, transgredir, desordenar, desbaratar. Reivindicamos nuestro derecho a desobedecer. Reivindicamos nuestro derecho a equivocarnos, a garabatear nuestro deseo cómo y las veces que nos de la gana, a penetrarnos las orejas, a dildearnos el ombligo, a vender nuestros anos, a manipular nuestros cuerpos -cuerpos que son campos de batalla-, a masturbarnos hasta el infinito. Do it yourself! Reivindicamos el ser antipáticas, el ser amorosas, ser duras como las piedras o blandas como los mocos, firmes como una verga erecta, suaves y resbaladizas como la sangre menstrual.
Porque la brujería es rebelión, porque la brujería es poder, porque la brujería es nuestra historia.
¡Porque brujas somos todas!
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